Los ángeles vibran en las frecuencias más altas de amor, alegría y paz. Nosotros, en la época en que estamos viviendo y cada día al despertarnos tenemos opciones: vivir desde la paz o vivir desde el conflicto. Muchas veces, sin darnos cuenta vivimos en el conflicto interno. Decidimos levantarnos unos minutos más tarde, con lo cual llegamos más tarde a nuestras citas, lo cual nos lleva a empezar el día con malhumor y estrés, en nuestra mente se acumulan las preocupaciones, las cuales nos hacen caer en nuevos percances y problemas, para que al finalizar el día expresemos que fue ¡horrible!
En cambio, si optamos por la paz, todo es más sencillo. Aun cuando se nos haga tarde, observaremos que algo milagroso sucede. Quizá se abre un atajo para ir al trabajo, o el reloj del jefe se descompuso y no vio la hora de llegada. Una vez en el trabajo, todo fluye en armonía y parece que el día se alarga, aun cuando la carga aumente, todo fluye, la gente se porta amable, todos sonríen y al regresar a casa, respiramos satisfechos por haber rendido y disfrutado de un día más.

Luego vuelve a tus actividades cotidianas y nota, poco a poco, cómo todo se torna sencillo, pues has decretado que deseas vivir desde la paz. Notarás que con el tiempo, te vuelves una persona serena y otros te buscarán porque quieren contagiarse de esa tranquilidad que tan naturalmente emana de ti.
Dios te ha dado un gran regalo que es la paz, opta por ella cada día, es un ejercicio diario y si lo practicas diariamente, sentirás la presencia de los ángeles que te asisten en todo momento para continuar optando siempre por la paz.
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