Terapias Angelicales con el Santo Rosario para la paz y la sanación

¡Bienvenidos!

Este es un blog dedicado a reconectarte con tu ser espiritual a través del acompañamiento de los ángeles, guías y mensajeros de Dios, a partir de la oración y meditación en torno al Santo Rosario de la Virgen María, en torno a reflexiones, vivencias y meditaciones como una forma de contribuir a la paz y al amor en el mundo exterior y en el mundo interior de cada persona. Aquí compartiré algunos testimonios, anécdotas y relatos sobre encuentros cotidianos con los ángeles, milagros y transformaciones a partir del poder de la Oración Divina con el rezo del Santo Rosario.

Duelos

Esta sección la dedico a un trabajo que estoy realizando desde 2007, año en que viví mi primer y gran duelo, al que seguirían varios más. Desde ese año, Dios a través de sus ángeles, me dispuso a prepararme de alguna manera para enfrentar lo inevitable.

El duelo, la experiencia de perder a un ser querido es inevitable para todos, de alguna manera y en algún momento, todos la enfrentamos y es parte, indudablemente, de la vida. En algunos países y culturas se enseña a los más pequeños lo que es el valor de la vida y la muerte como un ciclo continuo, lo cual, prepara a las personas para cuando se enfrenten a ese momento.

En otras culturas o inclusive, familias, sucede lo contrario, no se prepara a las personas, se evita hablar de la muerte como si se fuera a invocar alguna maldición, y se cree, erróneamente, que si se habla de la muerte o si se redacta un testamento es porque se desea que este suceso llegue antes de lo previsto. No es así. Yo viví esto último y me hubiera encantado que desde pequeña, hubiera comenzado un proceso de preparación, sobre todo porque después del primer deceso, ocurrieron otros, pero gracias a la preparación que obtuve después del primero, pude sobrellevar los demás.

No es fácil enfrentarte a un deceso nuevo, aunque ya hayas pasado por otros anteriormente. Creo que los más fuertes son los de tus familiares cercanos. Pero es sorprendente cómo la muerte de algún padre de tus amigos, de un conocido o de una personalidad mundial, por ejemplo, el reciente deceso de Steve Jobs, te llegan a conmover y tocar fibras profundamente.

Pues bien, este apartado surge porque los ángeles fueron los que me prepararon para enfrentar mi primer gran duelo y además, me han puesto en el camino a personas que han enfrentado sus propios duelos, o bien, el cierre de su ciclo de vida. Son diferentes. Un duelo, lo vives con la enfermedad terminal de un ser querido o justo cuando éste ha fallecido. Entonces, comienza tu duelo. Pero también, una persona que sabe que va a morir, inicia un increíble proceso de cierre.

Nadie se va del todo. Todos dejamos una huella. Y ese proceso de cierre es maravilloso, es donde está la clave de la vida misma, por paradójico que suene. Es en el momento en que yo me descubro como terapeuta de sanación con ángeles y arcángeles cuando veo mi gran cambio. ¿Cómo encontrar el amor de Dios en medio de un gran duelo? ¿Cómo encontrar la belleza y el amor de un ser que está a punto de dejar esta vida y partir hacia el Hogar del Padre? ¿Cómo constatar que nuestros difuntos están bien? ¿Cómo reorganizarte en mente, cuerpo, emociones y espíritu para continuar tu propia vida después de la partida de tu ser querido? ¿Cómo trabajar el perdón y el desapego antes, durante y después de la muerte de tu ser más amado?

Te puedo decir que ahora, gracias a Dios y a los angelitos, ya no siento temor a la muerte ni a las experiencias que me comparten algunas personas. Sé, que por alguna razón, después de vivir los duelos que llevo hasta ahora en mi vida, los ángeles me han encaminado a ser una acompañante en los duelos de otras personas. También fue parte de mi decisión. Al vivir mi primer gran duelo, recibí mucho apoyo, amor y comprensión de personas que jamás hubiera imaginado. Pero estas personas no estarían ni estarán para siempre conmigo, yo debía también contribuir a hacerme cargo de mí y de lo que seguiría en mi vida. Así fue como decidí, que una vez que recobrara fuerza, quería contribuir a aligerar esa carga en otras personas que vivieran alguna experiencia de duelo. Aunque el duelo nunca es igual entre las personas. Para cada uno significa algo diferente. Lo único en común es que es lo más terrible que se puede pasar y así se debe aceptar para después, sanar.

No se puede acompañar en su duelo a alguien si no lo quiere. Es, como todo en la vida y en la muerte, una decisión personal. Pero, en mi rol de Coach Angelical, también puedo acompañar a alguien en este momento y experiencia. ¿Por qué? Porque invariablemente, después de que tu ser querido se va, quieres cambiar al mundo, revolucionarte. Muchos terminan con novias, esposas, rompen lazos familiares, se pelean por herencias, se deprimen, viajan y se instalan en lugares apartados, se aturden, se vuelven adictos al trabajo o a sustancias, sus emociones entran en altibajos, de pronto muy alegres y luego totalmente deprimidos, "se alocan". Su cambio es radical y debe ser comprendido. Sólo durará un par de años, pero es necesario cuidar del cuerpo, del alma, perdonar y liberar. Es normal, pero hay que monitorear esos altibajos porque la vida sigue.

Otros duelos

Además de la muerte de un ser querido, que es lo  más devastador que puede sucedernos, existen otros tipos de duelos como: Perder un trabajo, cambiar de empleo, el divorcio, el fin de los estudios y el comienzo de la vida laboral, romper con tu novio o prometido, vivir una desilusión amorosa, enfrentar la muerte de una mascota, una mudanza de una casa a otra, de un país a otro. En fin. Esos cambios drásticos, aunque uno lo niegue y no los asocie con la muerte, se viven con todas las etapas de un duelo fúnebre y es de humanos, darnos el tiempo y el espacio para vivirlos, reconocerlos y dejarlos ir. En una palabra: ¡PARA SANAR!

Puedes compartir aquí tu experiencia con el duelo y cómo lo has vivido. Verás que habrá muchas personas que tienen mucho en común. Todos, al fin y al cabo, formamos una cadena de compañeros de duelo y compañeros de vida. Y el duelo se vive mejor, cuando se comparte y se habla de ello. Además, trabajar el duelo, cualquiera que sea su tipo, con ayuda de los ángeles te ayudará a recobrar la serenidad, la paz en tu corazón, a volver a sonreír, a perdonar y liberar, a sanar todas tus heridas físicas, psicológicas, emocionales y espirituales y sobre todo, te dará mucha luz y mucha fuerza para continuar con el siguiente capítulo de tu vida.

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