Terapias Angelicales con el Santo Rosario para la paz y la sanación

¡Bienvenidos!

Este es un blog dedicado a reconectarte con tu ser espiritual a través del acompañamiento de los ángeles, guías y mensajeros de Dios, a partir de la oración y meditación en torno al Santo Rosario de la Virgen María, en torno a reflexiones, vivencias y meditaciones como una forma de contribuir a la paz y al amor en el mundo exterior y en el mundo interior de cada persona. Aquí compartiré algunos testimonios, anécdotas y relatos sobre encuentros cotidianos con los ángeles, milagros y transformaciones a partir del poder de la Oración Divina con el rezo del Santo Rosario.

martes, 18 de septiembre de 2012

La historia de Sara, Tobías y el Arcángel Maravilloso


Ayer de casualidad me topé con un programa donde el comentarista tenía una trivia para el público. Consistía en leer un pasaje de la biblia y el televidente tenía que marcar para decir el nombre de un arcángel. Me quedé escuchando la historia, que ya sabía desde hace mucho. Puedo decir que es mi preferida dentro de los libros que integran la Biblia. Se sitúa en el libro de Tobías y es un relato bellísimo.

La historia inicia con Sara la de Ragüel, una muchacha joven, guapa, inteligente, pero muy desdichada. No podía casarse porque el demonio Asmodeo la tenía aprisionada. Llevaba 7 novios, es decir, 7 veces había llegado al matrimonio, pero justo la noche de bodas, el demonio se aparecía y mataba a sus novios, así que nunca había podido consumar sus uniones.

Ya ningún hombre se le quería acercar por temor. Ella había pensado incluso hasta en el suicidio. Una noche, mirando las estrellas con los ojos llenos de lágrimas imploró a Dios que la ayudara, porque no sabía qué hacer ni cómo librarse de ese demonio. Ella había sido buena hija y sólo pedía un matrimonio tranquilo. Era hija única y no quería darle una tristeza mayor a sus padres si decidía suicidarse. Al contrario, imploro a Dios para que le quitara esos pensamientos negativos y la ayudara.

Al mismo tiempo, lejos de ahí, Tobit, un hombre bueno que había sido un rico mercader, había perdido todo lo que tenía por venganza y por decisión de sus gobernantes. Anciano y ciego para colmo de males, también había pensado en el suicidio, pero tenía un hijo joven, Tobías, que era toda su esperanza y una esposa a la que no quería dar más problemas. Vivía muy mortificado por haber caído sin saber por qué en tal desgracia. Recordó que en Media, un lugar distante, tenía un pariente al que le había hecho un depósito de plata hace tiempo. Pensó que si mandaba a su hijo a recuperarlo, podía recuperar la última de sus posesiones y podría dejarle esa tranquilidad material a su hijo, en su vejez, en vez de tragos amargos. Esa misma noche, Tobit imploró a Dios su ayuda y misericordia. Y Dios, en su infinita bondad, escuchó al mismo tiempo las peticiones de Sara y de Tobit, y les mando un Arcángel maravilloso para que los sanara de todos sus dolores, físicos y espirituales. Ese Arcángel fue Rafael.

Sucede que Tobit temía por la vida de su joven hijo, pues atravesar el desierto suponía grandes peligros. Su esposa no quería que dejara partir al hijo, sentía que no lo volvería a ver, que lo matarían. Tobit pidió a su hijo buscar un hombre que conociera bien el camino y que fuera de confianza, ya sería mucha suerte si fuera de su misma estirpe. Y como Dios ya estaba muy cerca de él, cuando Tobías salió a buscar a su acompañante de pronto encontró al buen Azarías, que era Rafael disfrazado de viajero. Todo ya estaba dispuesto en el plan de Dios, se conocieron, congeniaron y hasta acordaron el viaje juntos.

Cuando Tobías lo llevó a su casa a presentarlo con su padre, el arcángel al entrar le dijo a Tobit: ¡QUE DISFRUTES DE MUCHA ALEGRIA! ¿Qué alegría puedo disfrutar yo si vivo entre tinieblas como los muertos, estoy viejo, ya no valgo nada?, dijo desesperado Tobit. Y el arcángel le contestó: NO TEMAS. DIOS TE CURARA DENTRO DE POCO.

Me puse a meditar y me llegaron muchas revelaciones sobre este maravilloso hecho. Cuántas veces no hemos estado al borde de la desesperación, aprisionados por problemas económicos, condenas sociales, injusticias. Nos hemos sentido solos, aislados, sin ayuda. Y cuando volteamos hacia Dios y nos ponemos en sus manos, su respuesta es así de sencilla y poderosa a la vez: nos envía a un ángel. Me encanta releer esa respuesta de San Rafael: No temas que Dios te curará dentro de poco.

Y vaya que curó a Tobit. En la historia vienen diversos pasajes en el trayecto de Tobías hacia Media, acompañado del Arcángel. El no revela su identidad para no inquietar ni asombrar a sus protegidos. Cumple su misión fiel y discretamente. Dios así nos reconfirma que todos tenemos un ángel guardián que nos acompaña siempre. Me gusta esa parte de la discreción y fidelidad de los ángeles. Hoy que su presencia se deja sentir mucho más fuerte que en otras épocas quizá, también suele confundirse con el esoterismo y la gente espera que el ángel baje con todo el glamour, trompetas y show, pero no, los ángeles no son mágicos, son seres de luz, fieles a la voluntad de Dios, cumplen su función de mensajes y guardianes con absoluta discreción. A veces, su presencia ni se nota, pero se siente una tranquilidad tan placentera que sabemos, de uno u otro modo, que pasó un ángel a nuestro lado. Ellos no quieren el primer crédito por lo que hacen, siempre nos dirán que ¡Gloria, sólo a Dios!

Hay versiones en esta narración en las que se dice que al salir hacia Media, iban juntos Tobías, Azarías (San Rafael) y un perro fiel que los acompañaba. Me encanta saber que en este pasaje, los perros -que son mis mascotas favoritas- tienen una misión similar a la del ángel y representan, para mí, la fidelidad, la alegría y la aventura, pero también el cuidado y la protección. Para mí, los perros y en general, nuestras mascotas, tienen una misión de luz muy específica al estar con nosotros acompañandonos por momentos o durante gran parte de nuestra vida.

Y como el plan divino de Dios es perfecto, hace que el destino de Sara la de Ragüel y Tobías se entrelacen. Con ayuda del ángel -que en cierto punto de la historia también cumple una mision de cupido- hace que los jóvenes se conozcan y le ayuda a Tobías a destruir al demonio que la tiene aprisionada, con ello, Tobías y Sara logran casarse, el joven recupera la fortuna de su padre y al regresar, incluso, le ayuda a sanar de su ceguera, siempre con ayuda y protección del ángel.

Sucede que Rafael le pide a Tobías atrapar a un gran pez en un río y le da la siguiente instrucción: "Saca la hiel, el corazón y el hígado del pez. Reserva la hiel para curar la ceguera de tu padre y el corazón y el hígado los quemarás pues ese olor destruirá a Asmodeo". Tobías obedece, aunque no comprende por qué esas cosas son medicinales, pero es obediente. Y tal como le dijo el ángel sucede. Todo es felicidad, la alegría al final rodea la vida de Tobías, de Tobit, de Sara y sus padres. Dos familias con hijos jovenes tienen la dicha de salir de la desgracia por la misericordia de Dios y unen sus vidas a través del amor y la felicidad de su descendencia.

Es una historia que nos deja claro que San Rafael es un arcángel poderoso y sutil a la vez. De esta historia se le considera el ángel medico, el sanador, pero también el compañero de viaje, el siempre alegre y simpático, el que une a las parejas y ayuda  a los matrimonios que inician a que construyan una vida en pareja estable y segura, sin temor.

También la historia nos deja muchas lecciones sobre cómo debemos pedir a Dios sobre los bienes materiales y cómo a través de la fe conseguimos su Abundancia y Prosperidad. Sobre la seguridad y las buenas compañías, sobre los consejos de los padres a los hijos, sobre todo cuando los padres han entrado en la vejez y temen dejar desamparados a sus hijos. Habla de todos temores que sentimos, y cómo Dios en su infinita misericordia nos regresa a la paz y al amor, de cómo siempre nos envía un ángel que no nos deja solos y que dependiendo qué tan abiertos estemos a su guía, podremos abrirnos de corazón a su ayuda. 

Al final, cuando San Rafael termina su misión, hay una gran fiesta, todos le quieren pagar en agradecimiento por todo lo que hizo. Pero el entonces, se les revela y se muestra como el arcángel que es. La gente se asusta un poco, siempre nos da miedo estar tan cerca del amor de Dios y de sus seres de luz, pues emiten tal paz, tal fuerza que por un momento, desconciertan al ser humano. Entonces, él les dice: A quien deben agradecer es a Dios pues ha propiciado todos estos bienes y sanación, Gloria sólo a El. Y entonces se eleva hacia el cielo. Todos lo ven ascender, unos con miedo, otros con curiosidad y entonces comprenden que durante varios meses, entre ellos ha vivido un verdadero ángel.

Deseo que esta historia te guste tanto como a mi y que veas cómo cada trocito que la compone se aplica en tu vida, pues en ella encontrarás, inevitablemente, la presencia de un ángel.

sábado, 21 de julio de 2012

El sufrimiento: La gran adicción


Todos somos adictos a algo. Es más evidente cuando la adicción se trata de alguna sustancia: el alcohol, las drogas, las pastillas, etc. Existen un sinfín de adicciones y actualmente, se dice que son producto del "stress", mal aparente que aqueja a los individuos del siglo XXI.

Las adicciones más complejas son, por ejemplo, al deporte que en exceso produce una enfermedad que se llama vigorexia. La comida en exceso o en ausencia también ocasiones desórdenes alimenticios, que más bien son psicológicos y que se traducen en enfermedades como la anorexia o la bulimia.

Hay quienes son adictos al trabajo, a la computadora, a las compras, a guardar todo lo que parece "coleccionable". No es casualidad que aparezcan nuevos programas de TV sobre los comportamientos compulsivos actuales tales como:  compradores, comedores, bebedores, fumadores, acumuladores de objetos que de plano no tienen ni un espacio limpio ni digno dónde vivir o acumuladores de animales, que sienten que sólo pueden ser amados por incontables mascotas a las que no pueden darles calidad de vida y sólo las tienen sufriendo, confinadas al encierro y a la muerte por el solo hecho de acumularlas. Adictos al orden, la limpieza y la perfección, pero que son tomados por neuróticos cuando se lavan las manos más de 10 veces, sólo doblan las toallas de cierta manera y no perdonan que nadie las deje fuera de su lugar si no, su ira no tiene límites. En fin, desórdenes, excesos.

Existen adictos a las religiones que se vuelven fanáticos, llegan a criticar a su prójimo creyéndose a sí mismos un dechado de virtudes, incluso llegan a la violencia justificándose por su aparente religión. También hay adictos a las relaciones destructivas en las que si no hay violencia, malos tratos y llanto entonces no es una relación "apasionada". Qué decir de los adictos al sexo, a la pornografía, a los videojuegos, a las apuestas, a las actividades de alto riesgo, a la mentira, a la televisión, a las noticias sensacionalistas. Tenemos adictos al chisme, la necesidad de hablar por hablar los consume pues sienten que su vida está vacía, no les importa si llegan a destruir la reputación de las personas.

¡Y luego decimos que solamente es el stress! Sucede que el individuo del siglo XXI se ha inventado el famoso stress para tapar sus súper adicciones cuando en realidad todos somos adictos a algo. Viéndolo de esta manera, la sociedad del siglo XXI es neurótica y compulsiva. Los más exagerados dirían: "es que todos estamos locos". No se trata aquí de hacer un estudio psicológico de comportamientos sino de revisar, desde el coach angelical, por qué caemos en estos comportamientos dementes, porque viéndolos así, son comportamientos fuera de todo orden racional, emocional e incluso, espiritual.

¿Qué es una adicción?
En términos prácticos, una adicción es cualquier comportamiento en exceso o en desorden que afecta la salud física, emocional y espiritual de una persona y que realiza simplemente para evadirse de la realidad.

Una anoréxica llega al grado de verse al espejo con una imagen distorsionada de sí misma, aun cuando esté flaquísima, se verá excesivamente gorda simplemente por el hecho de menospreciarse y no aceptarse como es, no amarse, sin autoestima. De la misma manera, un adicto a la tecnología dormirá con el teléfono celular bajo la almohada y seguramente padecerá insomnio por estar despertando a cada media hora a ver si tiene mensajes, mails o entradas nuevas en su facebook. Seres dependientes físico y emocionalmente de objetos inanimados que aparentemente dan placer y satisfacción, pero que al poco rato, solamente dejan angustia y dolor.

Pero, ¿cuál es la peor adicción que un ser humano puede tener? ¿Existe una adicción de la que no podemos escapar? desde el punto de vista de Don Miguel Ruiz, la peor adicción que padecemos todos es la adicción al sufrimiento.

El stress puede ser un conjunto de pequeñas adicciones que solamente producen sufrimiento. Cualquier adicción, grande o pequeña, al ser una forma de depender de algo producirá ansiedad, dolor, sufrimiento. Ninguna adicción produce felicidad pura. Si acaso, momentáneamente producirá una pequeña ilusión de lo que la persona cree que es ser feliz, pero tan pronto pase su efecto, su dolor será doble, sentirá culpa, rabia, arrepentimiento y cualquier otro tipo de sentimiento negativo que estará, invariablemente en el terreno del sufrimiento.

Recordemos que los ángeles vibran constantemente en amor y alegría puras. El amor de Dios es la máxima energía pura. Los angelitos al ser sus extensiones solamente pueden invitarnos al amor. Somos nosotros quienes rechazamos todo el amor que nos merecemos y que Dios nos da en abundancia durante todos los instantes de nuestra vida. Somos nosotros los que decidimos ver la vida desde el sufrimiento, vibración negativa y opuesta en extremo a la alta vibración del amor.



Ejemplo de una vida adicta al sufrimiento

Recuerdo a una alta ejecutiva de una importante organización, mientras tomábamos un curso de capacitación, hablábamos de los valores y su importancia dentro de la empresa. Esa persona se molestó tanto con el tema del curso y  dijo que no creía en los valores, que pensaba que todos los seres humanos éramos unos mentirosos y que nadie en el mundo podía ser íntegro. Le respondí que esa era la forma en que ella quería ver la vida y que en consecuencia, solamente recibiría tratos deshonestos, se encontraría con gente hipócrita y vería la vida con dolor. Se molestó muchísimo conmigo, recuerdo que sacó un cigarro y se puso a fumar frenéticamente. Me respondió: "Cómo se ve que no has sufrido en la vida". Le respondí con una máxima que leí en un curso de tanatología y que me ayudó, precisamente, a no engancharme con esa adicción al sufrimiento. La máxima es: "En circunstancias fuertes, como lo es la pérdida de un ser querido, el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional". Le comenté que como todos, he vivido experiencias dolorosas, pero en medio de lo que otros pueden ver como tragedia, decidí encontrar el significado del amor de Dios y vivir así, de una manera pacífica y amorosa, lo que otros pueden vivir en un mar de dolor.

Sucede que esta persona, en su pensamiento cotidiano, tiene frases como: "la letra con sange entra",  "si quieres conseguir algo, te va a costar sudor y lágrimas", "a este mundo venimos a sufrir", "prefiero tener mi infierno aquí porque no sé a dónde vaya a ir a parar en la otra vida". Frases así son constantes en sus conversaciones, así que podemos imaginar cómo vive la vida, con un sufrimiento total. Una persona adicta a algo desarrollará más adicciones paralelamente. La mujer que comento como ejemplo, fumaba compulsivamente y más cuando sentía que la contradecían en su ideología del dolor. Solía caerse frecuentemente o tener accidentes inverosímiles con lo que era sometida frecuentemente a operaciones costosas y dolorosas, así que con ello, podía reforzar su idea de que la vida es sólo sufrimiento. Recuerdo que la operaron varias veces de las rodillas, de las manos, codos. Invariablemente, todas sus operaciones se infectaban, así que no sólo se contentaba con la operación, sino que la volvían a abrir. Su rostro siempre era lo que se dice un "rictus de dolor". De hecho, no era agradable verla, la gente prefería hablarle por teléfono que tenerla frente a frente. Luego, su gran hazaña era acudir al trabajo antes de lo permitido por los médicos, para mostrar a todos que el dolor no la podía tirar. Recuerdo que una vez asistió a la oficina en silla de ruedas, con suero y con mangueras y agujas en las rodillas. Todo mundo se opuso a que estuviera "trabajando", pero ella con mucho sufrimiento, se trasladó en su silla para asegurarse de que todos la vieran "sufrir".

En fin, las articulaciones son coyunturas que permiten la movilidad de nuestras extremidades, por ende, entre más ágiles seamos, entre menos problemas tengamos en estas partes de nuestro cuerpo, seremos sanos, longevos y sabremos adaptarnos a los cambios. Sin embargo, personas como la que comento, son rígidas, no pueden ser flexibles ni en sus ideas ni en sus comportamientos. Tienen miedo de ser felices, por eso se caen, porque se sienten incapaces de alcanzar sus objetivos. La idea del dolor físico la reforzaba con la acción de fumar sin parar, acción que el inconsciente registra como un pequeño suicidio con cada fumada. A gritos esta mujer pedía: "Quiero morir, no acepto la vida que tengo, no me gusta vivir así". Su rechazo a la vida era un rechazo a Dios y a todo lo bueno. Por ende, no creía en nada ni en nadie. Vivía en una absoluta desconfianza y reafirmaba contundentemente que "vivir es sufrir" ¿Conocen personas como ella? Seguramente son adictas al sufrimiento.

El amor es la liberación. Sólo el amor es real. Dios es Amor.

No todo en la vida debe ser sufrimiento.  De hecho, Dios nos tiene viviendo aquí con todo el amor del mundo para aprender Su Máxima: Amar al próximo como Él nos ama y que no podemos llevar a cabo, precisamente, por nuestra necedad de sufrir. No todo es un "valle de lágrimas". La vida es hermosa, la certeza de que Dios nos ama es lo que nos debe hacer tan felices como para no necesitar engancharnos con nada más.

Y si nos toca vivir una prueba dura y difícil, es eso, una prueba que debemos poner en manos de Dios, disponernos a recibir con todo el amor y la humildad su respuesta. Entonces los ángeles nos rodearán de amorosa paz y sabremos que tiene un propósito más alto. De esta manera, sea lo que sea la prueba, desde los ojos del amor no la veremos con dolor, sino con una meta fija en el amor. Recordemos al Papa Juan Pablo II o a la Madre Teresa de Calcuta. No vivieron su dolor con sufrimiento, éste lo entregaron a Dios y resultaron ser líderes para muchos, investidos en la voluntad del amor de Dios. Siempre fuertes, siempre alegres y siempre amorosos con los demás. Y no se trata de convertirnos ni en santos ni en monjes, se trata de ser conscientes de que la decisión de vivir desde la felicidad y el amor está en nuestras manos, al igual que la de vivir en sufrimiento perpetuo.

Todo el sufrimiento, en exceso y en desorden, es inventado por una mente que está viviendo en exceso y desorden. Así es más fácil caer en la adicción al sufrimiento. Hay comunidades, pueblos enteros, países incluso, que culturalmente han aprendido a vivir así, con ese sufrimiento adictivo. Hay personas que si no es con sufrimiento no viven bien y cuando reciben milagros de Dios los rechazan, sienten que no son merecedoras de amor y de abundancia, mejor rechazan los bienes, no vaya a ser que se sientan completamente felices y entonces, no sabrán vivir. ¡Irónico, pero existe! De ahí que el trabajo del terapeuta de sanación con ángeles sea, precisamente, una ayuda para observar qué patrón de comportamiento tenemos y si nos encontramos en una adicción que nos bloquea, sepamos cómo liberarnos y vivir felices.

Toda adicción es una prisión innecesaria e irreal. El amor es liberación, es real y además, es duradero. Recuérdalo. El sufrimiento es opcional. ¿Cómo quieres vivir tu vida? ¿Desde al amor o desde el sufrimiento? Sólo tú decides. Dios te ama y ya te ha dado todo el amor y todo aquello que necesitas para ser feliz. ¿Lo estás aceptando o rechazando? Es tiempo de cambio, vive feliz y en total plenitud.

sábado, 7 de julio de 2012

Somos seres de luz, somos un arcoiris maravilloso


Hace poco tomaba un curso sobre teoría del color y me sorprendió encontrarme con una pequeña revelación que me mostraron los angelitos sobre la forma como nos ven, como seres de luz vibrando en amor.

Resulta que en términos de luz ocurren dos fenómenos físicos que puede captar el ojo humano y que son la reflexión y la refracción de la luz. En fotografía, por ejemplo, cada objeto refleja cierta cantidad de luz y esto sirve para determinar en la cámara fotográfica qué cantidad de luz se va a sumar a la que ya proyecta el objeto en cuestión. La luz blanca así se concibe como la suma de todos los colores.  De ahí que el arcoiris sea un fenómeno físico que combine tanto la refracción como la reflexión de la luz.




Ahora bien, los ángeles son seres de luz que muchas veces están asociados con un color especial que tiene varios significados. Arcángel Miguel por ejemplo, está asociado al color azul añil por su fuerza, valor y coraje. Es el Arcángel protector por excelencia. Arcángel Rafael está asociado al verde esmeralda, color de sanación, pero también a los colores rosa pastel, rosa durazno, por el amor que surge del perdón en ese proceso de sanación. Las personas que ven a los ángeles por lo general ven emisiones de luz muy blanca, pero quienes llegan a percibir una vibración en un color determinado, saben de qué Arcángel se trata. Esto ocurre de manera normal en las terapias, y no siempre son los mismos porque cada persona trabaja temas diferentes y es asistida por diferentes Arcángeles.

Nosotros los humanos también emitimos luz. Somos seres de luz viviendo una experiencia humana. Por lo tanto, cada persona que acude a las Terapias Angelicales llega con un color que puede evidenciar su vibración actual, bloqueo o equilibrio. El terapeuta te ayuda a revisar tu equilibrio en cuanto a tus colores que también están asociados con los chakras, los cuales son puntos de energía que dan evidencia del bloqueo que puede tener una persona. La idea en las terapias es equilibrar tales puntos de energía para que la persona inicie un reenfoque en su vida.

Cuando la persona experimenta un equilibrio en todo su cuerpo energético, estamos hablando en su cuerpo de luz, emite una armonía de colores maravillosa. Es como una sinfonía de luz y en ese estado es mucho más fácil que perciba a sus ángeles y sobre todo a Dios.

Somos arcoiris de luz. La pequeña revelación que me mostraron fue que al ser seres de luz en armonía con Dios, sus ángeles y el Universo, vibramos como lo hace un arcoiris, con los colores perfectamente claros e identificables. Es por eso que los chakras en su secuencia conocida que va de la base de la columna vertebral hasta la coronilla muestran colores como los del arcoiris. Los colores más cálidos rojo, naranja y amarillo son los que nos sostienen hacia la tierra, el mundo terreno y material. Los más fríos verde, turquesa, índigo y violeta son los que nos llevan hacia el mundo espiritual. Somos seres de luz viviendo una experiencia humana. Por eso estar en equilibrio es un requerimiento constante que si lo vivimos en conciencia plena, nos permitirá experimentar esta vivencia humana y espiritual al 100%.

El gran saboteador y la Fe



En algunas terapias las personas experimentan un estado de tranquilidad, por un momento ordenan sus pensamientos y sentimientos, y se dan cuenta que siempre que tienen fe en Dios, en los ángeles y sobre todo, en sí mismas, logran lo que quieren.

Sin embargo, a veces, días después de haber tomado la primera terapia, experimentan tristeza, angustia y escepticismo. Algunos se preguntan: ¿y cómo sé si los ángeles verdaderamente están trabajando? ¿Cuándo llegará mi pedido especial angelical? Entonces, comienzan a decaer, a sentirse tristes, abatidos.

Tenemos que hablar del gran saboteador que es nuestro Ego. Muchos estudios psicológicos desde Freud o incluso anteriores, han tratado de definir el ego. En latín ego significa Yo, pero no se trata de uno mismo, sino de una parte de sí que a veces se apodera de nuestros pensamientos y se encuentra en esta capacidad que todos tenemos para reaccionar cuando nos encontramos en peligro. El ego es un detonador de acción y pensamiento. Mentalmente nos dice, por ejemplo, ante una gran tormenta, estamos en peligro, vamos a refugiarnos. O bien, si pasamos por una zona tenebrosa, nos dice, por aquí no, camina hacia el otro lado. Hasta aquí muy bien, el ego nos ayuda en nuestra supervivencia, cuando tenemos que competir, por ejemplo en un deporte, nos mantiene alertas. Pero muchas veces, se disfraza y se mete o más bien, lo dejamos que se meta en terrenos donde no le compete y es cuando nos encontramos con poca fe, sin fuerzas, con mucha desconfianza. Ahí es cuando se convierte en un falso yo.

El ego mal encauzado nos lleva por el camino del sufrimiento. Como sus mensajes son mentales nos pone muchas trampas. Nos hace creer que al razonarlo todo siempre tendremos la razón y seremos más inteligentes que otros. El ego se encuentra en esos pensamientos que nos despiertan a media noche y no nos dejan dormir en paz, en esa idea constante a la que le damos vueltas y vueltas durante todo el día, ya sabemos la respuesta, pero somos felices en ese pensamiento que nos lacera el alma.


Un ejemplo: Laila sospecha que su marido le es infiel. Mientras él se va a trabajar, ella se queda en casa pensando más o menos unas 20 formas en que le puede ser infiel. En su mente recrea con qué personas, en qué sitios, y de qué formas. Por lo tanto, Laila se la pasa furibunda todo el día, su coraje lo saca injustamente con sus hijos, con la persona que le ayuda a hacer la limpieza. Todo el día está de malas. Como estas ideas no la dejan estar en paz, en la noche tiene que recurrir a las pastillas para dormir. Todos los días Laila vive en constante preocupación, nerviosismo, coraje y sospecha. "No confíes en los hombres" le dice a su pequeña hija. No se ha dado cuenta, que su esposo es fiel, se la vive en la oficina, podría llegar más temprano pero ya le tiene miedo a su esposa, no entiende por qué está tan enferma de los nervios. Se contenta con llegar y disfrutar a sus pequeños, pero lamenta que poco a poco comienza a ignorar a la histérica de su mujer. Ella piensa cómo le va a pedir el divorcio porque ya no puede con otra infidelidad. Esta acción no ha ocurrido y probablemente no ocurrirá, solamente se vuelve real en la cabeza de la atormentada Laila. Ella acude a terapia angelical y los ángeles le muestran el miedo profundo que tiene a ser rechazada, a que la dejen y a la soledad. Entonces, lo justifica con miedo a ser engañada y su ego, le tiende la trampa perfecta: construir en su mente una gran infidelidad de su marido, para que el día menos pensado ella pueda reconfirmar su más grande miedo:  "Te lo dije, me vas a dejar, te vas y seguramente con otra". Después de varias sesiones, Laila decide cortar con sus miedos y con el sufrimiento. Observa que su adicción a las pastillas para dormir no es la única, se ha hecho adicta a sufrir. Pero decide cambiar su enfoque, lo pide con todo el corazón y es asistida por sus ángeles guardianes y arcángeles. Comienza a vivir en el presente, a contar todas las bendiciones que recibe de Dios para ella, para su familia. Comienza a ser más amorosa con ella, con su esposo. Comienza a creer lo que dice su esposo y cada vez que le llega un pensamiento negativo pide a sus ángeles que lo cambien por uno positivo. Así de fácil es comenzar a ser feliz.

Soltar el miedo es algo que nos cuesta mucho trabajo hacer porque han pasado años, ya lo hemos hecho parte de nuestra rutina. Pensar en que se puede vivir en paz y feliz es una remota posibilidad, no nos creemos que Dios es lo que quiere para nosotros. Nos lo muestra en la sesión de terapia angelical, pero en nuestra vida cotidiana, el ego nos vuelve a tender la trampa y caemos.


Todas las trampas del ego nos llevan a inquietarnos, a sufrir, al dolor. Todo aquello que nos lleva a mentir, a generar pensamientos negativos, de envidia, de temor, de celos, son trampas en las que hemos caído. Ofrecer todas esas acciones y pensamientos a Dios y a sus ángeles y pedirles que los cambien por los pensamientos correctos, nos llevará a minimizar el ruido mental que el ego provoca y en consecuencia, a vivir con fe.

Caer en las trampas del ego es normal, pero se va haciendo menos frecuente cuando decidimos mirar y vivir nuestra vida desde el enfoque del amor, de la paz, de los ángeles. Si NO permitimos que los ángeles nos ayuden, seguiremos bloqueados, optaremos por seguir viendo la vida desde el sufrimiento cuando tenemos todo el derecho a la paz y al amor. En cambio, si les permitimos su actuar en nuestra vida, caminaremos mucho más ligeros de cualquier carga o preocupación.

La fe es la absoluta libertad de actuar, pensar, hablar y amar sin sentimiento de culpa ni temor alguno. Con un genuino espíritu de amor y paz para sí mismo y para los demás. Aquí radica la diferencia entre seguir haciendo caso al gran saboteador que es el ego o iniciar un camino de Fe, permitir a Dios y a sus ángeles seguir haciendo lo suyo, mientras nosotros caminamos confiados hacia donde nos guían. Porque todo es perfecto en el Plan Divino, así que Su Guía sólo puede ser perfecta.

Y tú, ¿ya soltaste tus miedos?

miércoles, 2 de mayo de 2012

Arcángel Raguel


El Arcángel Raguel es uno de los 7 arcángeles reconocidos en la tradición judeocristiana. Su nombre significa: "Amigo de Dios". También se le conoce como Ragüel, Rauel, Rasuil, Suryan, Akrasiel. Su función es establecer el orden y la armonía entre el grupo de ángeles  a su cargo.  En otras referencias, se dice que su función es la de mantener el cielo puro, libre de corrupción y en armonía con la voluntad de Dios.

Si nos remitimos al significado de su nombre, ¡imagínate qué alegría tener junto a ti al Amigo de Dios! Puedes invocarlo cuando existan conflictos y problemas en tus relaciones personales y laborales. Cuando te encuentres en esos días en que todo parece un caos, nadie se entiende, todo mundo se ofende, y cada quien hiere sin querer (o queriendo) a otros. Es preciso que reine el orden y la armonía, entonces, pídele con confianza: "Arcángel Raguel, ayúdame a armonizar mis relaciones, a establecer la paz en este grupo de estudio o trabajo, a que nos unamos y trabajemos en entendimiento mutuo".

Raguel ayuda especialmente a resolver conflictos entre grupos de trabajo, familia, amigos. También se le relaciona con la justicia porque especialmente ayuda a las personas débiles o desvalidas, de quienes otros usualmente  abusan o se aprovechan. Raguel da poder a aquellos que viéndose débiles ante otros injustos, piensan que perderán alguna discusión o que de un conflicto saldrán como perdedores. Raguel les ayuda a que los planes de los abusivos no prosperen y que todo se ordene para que los débiles se descubren con el poder Divino que Dios les dio y con toda justicia hagan brillar su verdad.

El color de Raguel es entre azul-amarillo, azul aquamarina o blanco purificador. Su presencia se siente como brisa fresca, da un nuevo respiro entre los dos que se están peleando o entre quienes empieza a surgir el conflicto. Su presencia trae paz, solución y armonía entre los integrantes de un equipo o relación. También se suele decir que Raguel es uno de los arcángeles del Apocalípsis, algunas referencias señalan que es el que toca la tercera trompeta, mientras que otros dicen que es la quinta. Es el arcángel que acompañó al profeta Enoch (Henoc) al cielo. Que Raguel nos ayude a armonizar todas las relaciones que contruimos en nuestra vida. 

viernes, 13 de abril de 2012

Del Diario de Santa María Faustina Kowalska


 Santa María Faustina Kowalska fue una religiosa polaca quien, tocada por la gracia de Dios, recibió la dicha de ver a Jesús resucitado y tuvo la misión, recibida directamente de El, de pintar su imagen de cuyo corazón brota la Divina Misericordia en forma de dos rayos, blanco y rojo, que simbolizan el agua purificadora de su precioso corazón y la sangre de su divina pasión.

Su historia, como la de muchos otros santos, no fue fácil. ¿Creerle a quien vio y habló directamente con Jesús en pleno inicio del siglo XX? Pues no es fácil y las cosas, el tiempo que le tocó vivir, el país, tampoco fueron fáciles. Como todos los santos, fue sometida a pruebas durísimas, pero a mi gusto, sus pruebas fueron totalmente espirituales, y aunque esto tiene una gran ventaja porque pudo ver, por un momento, cómo era el cielo y veía con exactitud a los ángeles y arcángeles que Dios le enviaba para cuidarla en todo momento, también veía las sombras del miedo y de las almas que están muy alejadas de Dios. Existe una película sobre su vida basada en su diario y experiencias místicas.

Precisamente, Sor Faustina se dedicó a orar por la salvación de las almas más necesitadas de la Misericordia Divina de Jesús y cada vez que se encomendaba a Dios en su Misión, más ángeles estaban con ella, sin dejarla en ningún momento. Veamos cómo narra ella misma en su Diario, su encuentro angélico:

"(...) De pronto vi junto a mí a uno de los siete espíritus, radiante como antes, con aspecto luminoso; lo veía continuamente junto a mí cuando iba en tren. Veía que sobre cada Iglesia que pasábamos había un ángel, pero en una luz más pálida que la del espíritu que me acompañaba en el viaje. Y cada uno de los espíritus que custodiaban los templos, se inclinaba ante el espíritu que estaba a mi lado.
En Varsovia, cuando entré por la puerta (del convento), el espíritu desapareció; agradecí a Dios por su bondad, por darnos a los ángeles como compañeros. ¡Oh!, qué poco piensa la gente que tiene siempre a su lado a tal huésped y, a la vez, un testigo de todo. (...) Recuerden que todos tenemos un testigo de nuestras acciones".

Me parece que esos siete espíritus radiantes que vio son los 7 arcángeles de Dios y continuamente los veía dada la hermosa misión que había aceptado cumplir. Lo hermoso de esta cita, me parece que es esa sencillez con la que los veía. Si todos nos sintonizáramos con la misma confianza al amor de Dios, seguramente, no veríamos más sufrimiento en nuestro entorno, sino que veríamos a los ángeles como lo están, como lo dice ella, continuamente a nuestro lado y sin sorprendernos, agradeceríamos a Dios por su hermosa presencia. ¿Por qué no comenzar desde ahora? Es así de simple y natural. ¡Ellos sólo están esperando que les permitamos entrar a nuestra vida!

" En el día de San Miguel Arcángel vi a este gran guía junto a mí que me dijo estas palabras: El Señor me recomendó tener un cuidado especial de ti. Has de saber que eres odiada por el mal, pero NO TEMAS. ¡Quién cómo Dios! Y desapareció. Sin embargo, siento su presencia y su ayuda, constantemente".

Qué maravilla recibir este breve y sutil mensaje, pero tan fuerte y contundente como solamente es San Miguel Arcángel. Una prueba más de que cuando lo invocamos, es inmediato, efectivo y muy fuerte su respuesta. Quien desee la protección angelical de más alta vibración, basta con que lo invoque, y sentirá su presencia tan fuerte que se manifestara, físicamente, de alguna manera, porque sí, su energía es totalmente grande y poderosa. Nuevamente me sorprende la gran confianza de Sor Faustina, aunque ya no lo vio, lo sentía sin duda alguna.

"Un día que estaba en la adoración y mi espíritu como si estuviera en agonía añorándolo a El (a Dios) y no lograba retener las lágrimas, vi a un espíritu de gran belleza, que me dijo estas palabras: No llores, dice el Señor. Un momento después pregunté: Quién eres? Y él me contestó: Soy uno de los siete espíritus que día y noche están delante del trono de Dios y lo adoran sin cesar. (...) Este espíritu es muy bello y su belleza se debe a una estrecha unión con Dios. Este espíritu no me deja ni por un momento, me acompaña a todas partes".




Si nosotros somos hijos de Dios, hechos a imagen y semejanza suya, qué hermosos seres somos, porque El, es el más hermoso. El reflejo del amor y la paz de Dios dan como resultado la belleza divina, interior que se refleja en el exterior. Los ángeles, al vivir continuamente cerca de Dios y al ser sus mensajeros, sólo tienen una forma de manifestarse ante nosotros: Por medio de la belleza. Puede ser la belleza espiritual al orar, al contemplar la imagen de Jesús, al ver la naturaleza, al vernos a nosotros mismos bellos, al ver a nuestros hermanos hermosos. Aun cuando estemos rodeados de caos, si vivimos en esta gran conexión espiritual, seguramente encontraremos belleza alrededor.

"(...) En tu insondable Misericordia has creado los espíritus angélicos y los has admitido a tu Amor, a tu familiaridad Divina. Los has hecho capaces de amar eternamente, aunque los has colmado, oh Señor, tan generosamente del resplandor de belleza y de amor, no obstante, no ha disminuido nada Tu plenitud, oh Dios, ni tampoco su belleza y amor te han completado a Ti, porque Tú en ti mismo eres todo. Y si los has hecho partícipes de tu felicidad y les permites existir y amarte, es únicamente gracias al abismo de Tu misericordia, a tu bondad insondable por la cual te glorifican sin cesar, humillándose a los pies de Tu Majestad y cantando sus himnos eternos: Santo, Santo, Santo".

Y definitivamente, son las interpretaciones en diversas religiones sobre el gran canto de alabanza de los ángeles hacia Dios: Santo, Santo, Santo. En la novena de la Divina Misericordia de Jesús, se reza también una coronilla y al finalizar se dice, precisamente: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal. Si esos son los cantos y alabanzas continuas de los ángeles hacia Dios y ese es el canto al que nos invitan a unirnos, cuán maravilloso puede ser vivir, con más razón, cerca de Dios con ayuda de sus amorosos ángeles.

Experiencias de una Santa como Sor Faustina nos confirman la presencia de los ángeles en nuestra vida cotidiana. No necesitamos ser santos. Como Sor Faustina lo confirma, están continuamente con nosotros, a cada paso, aunque pensemos que no. Si los sintiéramos como ella lo dice. Pero esa es una decisión que debemos tomar y de la cual no nos arrepentiremos. Al contrario, nuestra vida cambiará positivamente en el momento en que decidamos vivir cerca de Dios a través de sus hermosos angelitos.

Angel de Dios

Angel de Dios que eres mi custodio
pues la bondad divina me ha encomendado a Ti, ilumíname, guárdame, defiéndeme y gobiérname
Amén


Esta breve, pero preciosa oración, la encontré en el Manual Oficial del Devoto, del Padre Eugenio Lira Rugarcía. Un pequeño libro de oraciones y devoción a la Divina Misericordia de Jesús. Una forma de invocar a los angelitos para recibir la Misericordia Divina, la protección y sobre todo, sentir en paz su presencia en todo momento.

martes, 3 de abril de 2012

Cortar lazos, purificar y liberar

 En  algunas terapias de sanación con arcángeles es común que los ángeles le pregunten a la persona si está lista para cortar lazos con una situación o persona del pasado que la limita. Recordemos que somos nosotros los que, por nuestro libre albedrío, decidimos a quién estamos unidos en relaciones amorosas, amistosas, familiares o de trabajo.

Algunas personas tienen más facilidad para estrechar lazos con otros, y luego, es muy difícil que sean independientes de una persona o evento. Son personas que por lo general, viven en el pasado porque una situación que entonces sucedió las marcó fuertemente. Hay personas que solamente se sienten bien si están junto a otra, a pesar de que sean maltratadas o insultadas, simplemente por la costumbre, porque no aprendieron a vivir sin sufrimiento. Pero a veces, la sanación ocurre desde el momento en que liberamos los lazos del pasado y reconstruimos nuestro presente.

Los arcángeles entonces, piden a la persona cortar lazos. Esto no significa que rompan con sus amores, amistades o familia. Tampoco que renuncien a un trabajo. Simplemente, significa que pongan límites sanos y claros para que, en conciencia, experimenten relaciones basadas en el respeto, amor, paz y alegría compartidas.

Es difícil de creer, pero hoy en día, el ser humano se autoflagela aceptando relaciones, que de antemano, sabe que no le convienen, y se justifica falsamente, diciendo que sólo es un momento, que está muy solo, que los demás cambiarán. Así que terminamos aceptando groserías, malos tratos, a veces golpes, nos contentamos con las sobras de un cariño aparente que nos otorga un "amigo" falso y seguramente, convenenciero, por poner algunos ejemplos.


Así, cuando la persona decide sanar y observa que sus bloqueos están en una raíz arraigada en el pasado, la pedirán cortar lazos, siempre prepararán a la persona para afrontar esta decisión con ánimo y de tajo. Puede ser que después de cortar lazos, la persona vea como es realmente su falso amigo, novio o compañero. O bien, cómo ha estado atado a una situación de sufrimiento imaginario.  Pero al "caerse la venda de los ojos" se sentirá libre y tomará decisiones que la llevarán a estar en un nivel armónico en todas las áreas de su vida.

Generalmente, es el Arcángel Miguel el que pide cortar lazos. Entonces, durante la terapia, aplicamos técnicas específicas para que el proceso sea consciente en todo momento y reditúe en nuevos resultados. Después de cortar lazos, la persona experimenta un amor incondicional por parte de sus ángeles y arcángeles, también una fuerza tremenda que la hace atreverse a tomar decisiones que siempre había querido, pero nunca había experimentado. La persona sale contenta, feliz, y decidida. Pero también es posible que si en el proceso no está muy segura, pueda enfermar, por ejemplo, de gripe o del estómago, por encontrarse todavía en el proceso de resistencia. Simplemente, la persona debe decidirse a aceptar que sus lazos la limitan y que al cortarlos ya no hay marcha atrás, que no es negativo, sino positivo y que los ángeles le asistirán en todo momento, de una manera pacífica y amorosa.

¿En qué consiste la sanación?

Arcángel Rafael es quien nos asiste a los terapeutas de sanación con Arcángeles durante el proceso en que la persona detecta cuáles son los bloqueos principales en su vida y asume que están ligados a aspectos emocionales, físicos o espirituales que ha cargado durante un buen tiempo, tal vez años, en su vida y que limitan su forma de percibir el mundo que le rodea.

Cada vez son más los estudios que se hacen sobre la forma en que los seres humanos somatizamos enfermedades, o cómo con el ritmo de vida actual desarrollamos las aparentemente "nuevas" enfermedades del siglo XX: Stress, migrañas, alergias, cáncer.

La terapeuta experta, autora de Best-Sellers y Directora de su Fundación,  Louise L. Hay ha contribuido al trabajo de los terapeutas de sanación, sean con ángeles, Medicina, Psicología o cualquier otra disciplina, porque ha explicado de la manera más sencilla en su libro: "Tú puedes sanar tu vida" la manera en que la raíz de ciertas enfermedades se encuentra en un factor emocional o mental en el individuo. Por lo general, son pensamientos y sentimientos negativos que al repetirlos desde el inconsciente, programan a la persona para desarrollar ciertos comportamientos negativos, destructivos, enfermizos, obsesivos y compulsivos.

Casi a la par del trabajo de Louise L. Hay han existido infinidad de trabajos espirituales y metafísicos para reconfirmar que efectivamente, el ser humano puede provocar sus propias enfermedades y que el principal camino de sanación que puede encontrar es el perdón.

Desde el punto de vista de los ángeles y arcángeles, sabemos que sólo hay dos frecuencias por las que decidimos transitar. No olvidemos que Dios nos ha otorgado el libre albedrío, que El y sus ángeles respetan. Sólo si nosotros permitimos y solicitamos ayuda de Dios y los ángeles, pueden intervenir. Así que si nos encontramos lejos de Dios y pensamos que todo lo podemos solos, lo más común es que caigamos en el rango de bajas frecuencias. En ellas, podemos experimentar sentimientos como la ira, el rencor, miedo, angustia. Sentimientos negativos o bajas frecuencias con las que autobloqueamos nuestro actuar cotidiano.

En la Terapia de Sanación con Arcángeles, experimentamos un equilibrio interno porque nos suben a las frecuencias más altas que son: El Amor, la Alegría y la Paz, pero los ángeles permiten que el equilibrio se realice de manera consciente, con el objeto de liberarnos de los patrones antiguos y acostumbrarnos a lo que siempre hemos tenido derecho: al amor, la paz, la libertad, la alegría.

En esto precisamente, consiste la sanación. Se aplican diversas técnicas en el proceso, según lo que la persona quiera trabajar en cada sesión. Se recomienda trabajar un solo tema o problemática por sesión, ya que los ángeles al equilibrar a la persona sacan la raíz, el verdadero origen de tal tema o problema. Es inevitable que la persona experimente cambios radicales después de su primera sesión. Y cada persona decide la fecha de nuevas sesiones hasta que se haya equilibrado por completo. Si bien Arcángel Rafael es quien asiste durante toda la sesión de sanación, también intervienen otros arcángeles y ángeles, según el tema que la persona decida trabajar en la sesión. Para experimentarlo, simplemente, hay que estar abiertos y dispuestos a trabajar con los ángeles en el proceso y sobre todo, aceptar la sanación. Muchas de las enfermedades que hoy nos aquejan son porque las invocamos y no aceptamos ser curados o vivir sanos. Nuevamente, ¿qué es lo que deseas atraer hoy a tu vida?