Terapias Angelicales con el Santo Rosario para la paz y la sanación

¡Bienvenidos!

Este es un blog dedicado a reconectarte con tu ser espiritual a través del acompañamiento de los ángeles, guías y mensajeros de Dios, a partir de la oración y meditación en torno al Santo Rosario de la Virgen María, en torno a reflexiones, vivencias y meditaciones como una forma de contribuir a la paz y al amor en el mundo exterior y en el mundo interior de cada persona. Aquí compartiré algunos testimonios, anécdotas y relatos sobre encuentros cotidianos con los ángeles, milagros y transformaciones a partir del poder de la Oración Divina con el rezo del Santo Rosario.

viernes, 13 de abril de 2012

Del Diario de Santa María Faustina Kowalska


 Santa María Faustina Kowalska fue una religiosa polaca quien, tocada por la gracia de Dios, recibió la dicha de ver a Jesús resucitado y tuvo la misión, recibida directamente de El, de pintar su imagen de cuyo corazón brota la Divina Misericordia en forma de dos rayos, blanco y rojo, que simbolizan el agua purificadora de su precioso corazón y la sangre de su divina pasión.

Su historia, como la de muchos otros santos, no fue fácil. ¿Creerle a quien vio y habló directamente con Jesús en pleno inicio del siglo XX? Pues no es fácil y las cosas, el tiempo que le tocó vivir, el país, tampoco fueron fáciles. Como todos los santos, fue sometida a pruebas durísimas, pero a mi gusto, sus pruebas fueron totalmente espirituales, y aunque esto tiene una gran ventaja porque pudo ver, por un momento, cómo era el cielo y veía con exactitud a los ángeles y arcángeles que Dios le enviaba para cuidarla en todo momento, también veía las sombras del miedo y de las almas que están muy alejadas de Dios. Existe una película sobre su vida basada en su diario y experiencias místicas.

Precisamente, Sor Faustina se dedicó a orar por la salvación de las almas más necesitadas de la Misericordia Divina de Jesús y cada vez que se encomendaba a Dios en su Misión, más ángeles estaban con ella, sin dejarla en ningún momento. Veamos cómo narra ella misma en su Diario, su encuentro angélico:

"(...) De pronto vi junto a mí a uno de los siete espíritus, radiante como antes, con aspecto luminoso; lo veía continuamente junto a mí cuando iba en tren. Veía que sobre cada Iglesia que pasábamos había un ángel, pero en una luz más pálida que la del espíritu que me acompañaba en el viaje. Y cada uno de los espíritus que custodiaban los templos, se inclinaba ante el espíritu que estaba a mi lado.
En Varsovia, cuando entré por la puerta (del convento), el espíritu desapareció; agradecí a Dios por su bondad, por darnos a los ángeles como compañeros. ¡Oh!, qué poco piensa la gente que tiene siempre a su lado a tal huésped y, a la vez, un testigo de todo. (...) Recuerden que todos tenemos un testigo de nuestras acciones".

Me parece que esos siete espíritus radiantes que vio son los 7 arcángeles de Dios y continuamente los veía dada la hermosa misión que había aceptado cumplir. Lo hermoso de esta cita, me parece que es esa sencillez con la que los veía. Si todos nos sintonizáramos con la misma confianza al amor de Dios, seguramente, no veríamos más sufrimiento en nuestro entorno, sino que veríamos a los ángeles como lo están, como lo dice ella, continuamente a nuestro lado y sin sorprendernos, agradeceríamos a Dios por su hermosa presencia. ¿Por qué no comenzar desde ahora? Es así de simple y natural. ¡Ellos sólo están esperando que les permitamos entrar a nuestra vida!

" En el día de San Miguel Arcángel vi a este gran guía junto a mí que me dijo estas palabras: El Señor me recomendó tener un cuidado especial de ti. Has de saber que eres odiada por el mal, pero NO TEMAS. ¡Quién cómo Dios! Y desapareció. Sin embargo, siento su presencia y su ayuda, constantemente".

Qué maravilla recibir este breve y sutil mensaje, pero tan fuerte y contundente como solamente es San Miguel Arcángel. Una prueba más de que cuando lo invocamos, es inmediato, efectivo y muy fuerte su respuesta. Quien desee la protección angelical de más alta vibración, basta con que lo invoque, y sentirá su presencia tan fuerte que se manifestara, físicamente, de alguna manera, porque sí, su energía es totalmente grande y poderosa. Nuevamente me sorprende la gran confianza de Sor Faustina, aunque ya no lo vio, lo sentía sin duda alguna.

"Un día que estaba en la adoración y mi espíritu como si estuviera en agonía añorándolo a El (a Dios) y no lograba retener las lágrimas, vi a un espíritu de gran belleza, que me dijo estas palabras: No llores, dice el Señor. Un momento después pregunté: Quién eres? Y él me contestó: Soy uno de los siete espíritus que día y noche están delante del trono de Dios y lo adoran sin cesar. (...) Este espíritu es muy bello y su belleza se debe a una estrecha unión con Dios. Este espíritu no me deja ni por un momento, me acompaña a todas partes".




Si nosotros somos hijos de Dios, hechos a imagen y semejanza suya, qué hermosos seres somos, porque El, es el más hermoso. El reflejo del amor y la paz de Dios dan como resultado la belleza divina, interior que se refleja en el exterior. Los ángeles, al vivir continuamente cerca de Dios y al ser sus mensajeros, sólo tienen una forma de manifestarse ante nosotros: Por medio de la belleza. Puede ser la belleza espiritual al orar, al contemplar la imagen de Jesús, al ver la naturaleza, al vernos a nosotros mismos bellos, al ver a nuestros hermanos hermosos. Aun cuando estemos rodeados de caos, si vivimos en esta gran conexión espiritual, seguramente encontraremos belleza alrededor.

"(...) En tu insondable Misericordia has creado los espíritus angélicos y los has admitido a tu Amor, a tu familiaridad Divina. Los has hecho capaces de amar eternamente, aunque los has colmado, oh Señor, tan generosamente del resplandor de belleza y de amor, no obstante, no ha disminuido nada Tu plenitud, oh Dios, ni tampoco su belleza y amor te han completado a Ti, porque Tú en ti mismo eres todo. Y si los has hecho partícipes de tu felicidad y les permites existir y amarte, es únicamente gracias al abismo de Tu misericordia, a tu bondad insondable por la cual te glorifican sin cesar, humillándose a los pies de Tu Majestad y cantando sus himnos eternos: Santo, Santo, Santo".

Y definitivamente, son las interpretaciones en diversas religiones sobre el gran canto de alabanza de los ángeles hacia Dios: Santo, Santo, Santo. En la novena de la Divina Misericordia de Jesús, se reza también una coronilla y al finalizar se dice, precisamente: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal. Si esos son los cantos y alabanzas continuas de los ángeles hacia Dios y ese es el canto al que nos invitan a unirnos, cuán maravilloso puede ser vivir, con más razón, cerca de Dios con ayuda de sus amorosos ángeles.

Experiencias de una Santa como Sor Faustina nos confirman la presencia de los ángeles en nuestra vida cotidiana. No necesitamos ser santos. Como Sor Faustina lo confirma, están continuamente con nosotros, a cada paso, aunque pensemos que no. Si los sintiéramos como ella lo dice. Pero esa es una decisión que debemos tomar y de la cual no nos arrepentiremos. Al contrario, nuestra vida cambiará positivamente en el momento en que decidamos vivir cerca de Dios a través de sus hermosos angelitos.

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